martes, 30 de agosto de 2011

Risa certera

Gustavo sonrió seis veces en un día. Vivía mareado en sus propias ideas. Después se puso a escribir:

“Hoy sonreí seis veces. Hace meses que no me pasaba. La primera fue comprensible, uno no pierde el atributo de reírse por cualquier cosa. Las demás fueron el problema. La primera fue un acto reflejo, casi impersonal; siempre me dijeron que mi risa natural parece forzada. Yo estaba en la mía (como de costumbre), me despertaron con un saludo ameno y uno devuelve algo parecido.
A las otras cinco les caben 20 mil suposiciones, si es que existen. Amnesia, vergüenza, inseguridad, vértigo, adrenalina. O podríamos sintetizar estos conceptos y más en la certeza de la finitud y en la certeza de la negación. Una vez le escuché decir a uno de los mejores guitarristas del país que la ‘N’ de ‘no’ tiene dos piernas, por lo cuál podés pasar por abajo y seguir. Lamentablemente, para el común de los mortales (un lugar común de mierda) el espacio suele ser bastante estrecho en ocasiones, en los casos que exista. Por su parte, la evasión de este tipo de cuestiones suele ser tan efectivo como poner un parche berreta en un pantalón lindo, porque el subconsciente no evade nada, y no hay manera de desactivarlo sin desactivarse por completo.”


Gustavo paró de escribir y se dirigió a la cocina. Se hizo un café con leche (que teniendo en cuenta las proporciones del caso debería ser llamado leche con café), volvió a la máquina, redució la pantalla del Word y abrió el Winamp. Buscó el archivo con Sheer Heart Attack de Queen (el disco, no el tema de News of the World), inició la reproducción. Inmediatamente brotó en él una postura del tipo sólo escucho lo que me gusta y salteó los primeros 5 temas del disco, para ir a sus dos canciones predilectas. Tras regocijarse con estos temas (al punto de volcar el café con leche o leche con café) cerró el reproductor y empezó a escribir de vuelta:

“Acabo de escuchar Sheer Heart Attack de Queen. En realidad, escuché los dos temas que me vuelven loco del disco, ‘Now I’m here’ e ‘In the lap of the gods’, que están el medio, seguidos. Es curioso, si uno junta los nombres de estos temas, la traducción podría ser algo como “ahora estoy aquí arrodillado ante los dioses”. Si sumamos al juego el título del disco, compondríamos algo como “es un ataque certero al corazón estar aquí, arrodillado ante los dioses”. En un primer momento esta última frase me causó mucha gracia, debido a mi definido ateísmo. Pero esto debe tener otro significado, porque no me cierran Freddy y compañía cayendo en los estamentos que alguien con una vida bastante más normal como yo no cae. Revisando información, verifiqué que ‘In the lap of the gods’ fue escrita por Freddy, lo cuál me ayudó a llegar una respuesta tentativa: los dioses a los que se refiere Freddy podrían ser el destino, el azar o como cada uno quiera llamarlo; hoy Freddy podría reventar estadios, como Waters y McCartney, y yo tendría que pedir un préstamo para sacar la entrada. Sin embargó, una enfermedad se lo llevó hace más de 19 años, cuando solo tenía 45. Es un ataque certero al corazón estar arrodillado ante el destino, el azar. Ahora si que cierra todo.”

Gustavo guardó el texto y cerró el Word. Se detuvo en una sonrisa fría, pero que denotaba una extraña satisfacción. Se levantó de la silla y se alejó de su computadora. Life still goes on.

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