domingo, 4 de julio de 2010

Delirio mundial

Se me ocurrió pensar lo bueno que sería que acontecimientos del carácter del mundial de fútbol que está llegando a su fin sirvan para que mucha gente tome conciencia de que todos vivimos en el mismo mundo y la humanidad es una sola, más allá de la bandera a la que se corresponda cada uno, y que la competencia quede en los límites del terreno de juego.
Por desgracia, lo que uno puede percibir (por lo menos en estas latitudes) es exactamente el efecto contrario y una pelota de cuero (o del material que sea la Jabulani) es capaz de sacar a flote las peores miserias humanas; y lo que escribí en el primer párrafo por ahora no es más que una ingenuidad.

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