lunes, 4 de junio de 2012

Distracciones


Cuatro años, un mes, tres días, doce horas. En el reino de las distracciones uno se permitía ser más ingenuo. Los días empezaban más tarde. Los días empezaban. Gestos cargados de infame parafernalia provistos por un idiota de poca monta se destinaban a calumniar a una zona por sus características peculiares.
A primer golpe de vista era una zona muy oscura, al segundo uno se enceguecía con su luz propia. El deambular nos permitió encontrar el punto medio entre los extremos mencionados, conocer las historias que esconden cada recoveco de esta pequeña ciudad.
El mecanismo de los prejuicios tiende a crear diferencias inexistentes entre lo propio y lo ajeno, lo interno y lo externo. En este sentido, cabe admitir que en ese entonces prejuicios, distracciones e ingenuidades distorsionaban mi visión de lo propio. De esta manera, argumentos falaces se convertían en la base de la justificación de las similitudes, diferencias, conexiones e inconexiones con lo ajeno. Mi ciudad “no tenía nada que ver” con la pequeña ciudad. En realidad no era tan así.
Supongo que para conocer estos mecanismos no existe mejor manual que el de las marcas en la piel y el cansancio en las piernas. Hace un tiempo que no visito la ciudad en cuestión. Debería visitarla para ver si está oscura, o más brillante.

domingo, 20 de mayo de 2012

Punto y seguido


El camino incorrecto
Se trata de tomar el camino incorrecto
Nunca sabremos cual era el correcto

La expectativa pulsional de esquivar y encontrar lo oscuro, lo negro
De poder revelar nuevas fotografías
Pero no contentarse con ellas

Esconderse no es lo mismo que decir adiós
No vale esconderse
El cambio de estado es el alma del juego

El alivio que causan las tiernas conspiraciones
No importa si es el 2012 o 1984
Hace rato que vivimos electrocutados

Electrocutados por el vértigo
Ese vértigo complaciente para aquellos que disfrutamos las oraciones cortas
Y los puntos seguidos

domingo, 19 de febrero de 2012

Secuencia de bajas temperaturas

  • ¿Te seguís sintiendo más joven de lo que creías que sentirías para estos momentos, o empezaste a sentir que tus mejores años son parte del pasado? Don’t worry. Estoy seguro que seguís rompiendo corazones con la eficiencia que solo la juventud puede aprovechar.
  • ¿Seguís pensando que amar es un juego, o ahora tomás todo más en serio? Traté de preguntarte esto en algunos sueños, pero estabas ocupada fingiendo.
  • ¿Seguís mirando al espejo para recordarte en ese lugar, o los besos de alguien lo taparon? Está bien, no soy honesto si simulo que fuiste una más.
  • ¿Habrá un método mejor para simular que sólo fuiste una más?

domingo, 22 de enero de 2012

Domingo 5 AM

Situaciones aisladas, literalmente. La imposibilidad de ver la luna en una noche que parece no poder parar, lamentablemente. El deseo insatisfecho de encontrar un refugio celestial ante una feroz tormenta de preguntas sin respuestas. El anhelo de explotar de una manera saludable. La limpieza exagerada del vacío existencial. El arte de la destrucción de los sueños. Campanas que ya no suenan. Quizás nunca sonaron. Colores que se vuelven imperceptibles. Palabras que ahora forman parte del olvido. Depresión anunciada. Telarañas emocionales. Un misticismo idiota y la entrega de noches sin sentido, lamentos y reproches. Observaciones inoportunas. Paredes físicas y digitales que narran historias.


La tormenta se desató en todos sus sentidos, y los ciento sesenta y cinco centímetros de hermosa miseria que nos pueden salvar se olvidaron de nuestra finita existencia.

viernes, 6 de enero de 2012

Él

Él es blanco, muy blanco. Transita por la vida como si las leyes de gravedad no le fueren aplicables. Su grandeza no llega al punto de no encajar con su contexto. Quizás encierre dentro de si luchas que jamás serán ganadas. Se llevará a la tumba historias de dolor, ausencias, responsabilidades, falsas promesas y excesos. Sin embargo, su capacidad de llevar una sonrisa a cuesta es directamente proporcional a la de generarle una sensación placentera a mas de uno. Esta ambivalencia presente desde chico en su vida se refleja en su andar, sus estados de ánimo, su vestimenta. Se destacan sus llamativas vinchas, ya sean blancas, turquesas, rojas o negras. Ellas suelen decir que les quedan bien. En todo caso, a él le importa poco y nada. Tal vez porque cuando estuvo en la mala casi nadie le fue a preguntar cómo le quedaba esa situación.